RS & CR GRIFFON |SEX |LOVE |COFFEE | god damnit!

El pequeño Dylan Greths. La verdad que nuestro primer encuentro ha sido de una forma bastante poco inusual. Mucho había oído hablar del pequeño, pero follable y apetecible muchacho. Conocí al enano a través de un viejo amigo y aliado económico; su padre. Siempre mostré especial interés cuando el padre del joven relataba, mientras se emborrachaba a mi lado, las últimas y terribles violaciones que había realizado al joven Dylan Greths; su hijo. Yo al ver ahora al muchacho me preguntaba si todo aquello podía ser tragado por un solo culo, en especial uno procedente de un joven tan pequeñito.

El hombre que aquella noche de reunión tenía de frente era prácticamente de mi altura, si bien, poseía unas cuantas arrugas menos en su rostro al igual que los años que estas denotaban. Pese a ser de noche llevaba gafas de sol y una barba perfectamente recortada. Mi gran amigo, más bien aliado económico, era muy corpulento y musculado. Atractivo sin duda, aunque no el tipo de hombre que me gustase especialmente pensando en sexo. Por el cuello de su camisa asomaban aquella noche trazos de tinta propias de unos tatuajes. El padre de Dylan Greths, sin duda un hombre poderoso e influyente en Beverly Hills, reclamaba mi favor. Necesitaba ver, y conociéndole bien, posiblemente follar, a su hijo Dylan. Siempre envidié aquella relación padre / hijo.

Mi relación con el muchacho de culo prieto está aún labrándose. Digamos que no empecé con buen pie siendo yo el encargado de secuestrarle y entregarle a su padre para que se lo follase, pero espero no me guarde rencor. Y si lo hace, espero que su padre me vuelva a invitar a mirar. Con la mejor de mis suertes, espero que me deje algún día participar como buenos amigos que somos.

Mi hermoso príncipe. A mí me gustan los jóvenes y bueno, Erik está bien dotado de todo. Es el chico con el culo y el físico más espectacular que Griffon jamás haya imaginado tener entre sus sábanas. Como un sapo viejo, calvo y feo podría eyacular dentro de un ser tan perfecto como el príncipe Erik.

El padre de Erik es un gran empresario, forrado a decir verdad. El muy cabrón controla múltiples empresas multinacionales en todo el mundo, es un magnate, y todo eso lo va a heredar su hijo, el mayor, o sea Erik, que está ahora mismo metido en todo ese mundo empresarial. Por alguna razón que ya no recuerdo conocí al padre del príncipe. Éramos colegas bastante intimos, y no diré cuánto. Nos llevábamos muy muy bien, el padre de Erik estaba metido de lleno en negocios turbios a escondidas de los suyos. Cuando acabé en la cárcel, fue este amigo empresario quien hizo lo posible, con el dinero que hiciera falta, para sacarme de forma anónima de aquella maldita celda.

Sin duda algo así reforzó nuestra amistad y lealtad, y eso quizás llevó al principe a entrar en escena. Me aproveche de la cercanía que tenía con su padre. Un poco de coqueteos y esa tensión sexual; logré encandilarlo y llevarme y follar a Erik a la cama de su propio viejo. Así, poco a poco, ambos sentimos la necesidad de repetir los encuentros una y otra vez.

Erik B. Rousseau no es un juguete sexual; no es un puto cualquiera aunque él sepa que me follo a muchos de su edad. Mi príncipe es especial. Tiene un trato preferent. Erik no era otro juguete que me follara siempre que quisiera, aunque eso sí pasaba. Jamás le puse la mano encima ni le traté mal; siempre menos alguna vez en la cama. No creo que haya enamoramiento ni nada, pero tenemos un cariño especial. Siento protección por mi pequeño príncipe. Me gusta cabalgarlo pero con respeto y aprecio. Es "el chico perfecto" por así decirlo. Erik podría pronto comprometerse a ayudarme con mis turbios negocios, e infiltrarse en otras redes para conseguir información y todo para ayudarme y conseguir mi nabo y mi respeto. A veces le llevo de caras compras y le trato como el príncipe que es.

Los dos somos australianos, los dos nos movimos a edad temprana a USA y los dos somos populares y bien parecidos, aunque a mí ya no me queda pelo. Conocí a sus padres porque éramos vecinos. Mi exmujer, yo y sus padres teníamos una muy buena relación ya que todo comenzó por ser todos de origen australiano. Celebramos barbacoas, tomé cervezas junto a su padre y le vi crecer. Desde jovencito me apetecía follarle porque apuntabas maneras, pero no lo hice porque ni sabía si era homosexual ni si le gustaría mi polla. Sus padres poco a poco comienzan a enterarse de que soy un hombre peligroso y me temen. Nuestra relación se enfría y Derek desaparece de mi vida. Sus padres mueren y yo no hago nada ni siquiera  me entero de ello.


Bien sabido es que me gustan los culos jóvenes, del mismo modo que la noche y los negocios relacionados con ella.  En un club de gogós le veo, al principio no le recuerdo, pero verle desnudo me enloquece. Sé que ahora es un hombre digno y todo un doctor, aunque de dudosa reputación.

Puede que con mi masculinidad, miembro grande y billetes consiguiera captar su atención y acostarme con él mientras trabajaba en aquel club. Puede que ahora que haya abierto mi puticlub le siga insistiendo en que debería dar un paso más allá. Me gusta meter el dedo en la llaga y recordarle que casi mata a un inocente. Que es un inútil. Un inepto y que solo sirve para follar. Todas esas lindezas podría decírselas al oído mientras intento hacerle un hijo y preñarle el ojete.

Creo que en ocasiones Derek piensa en una relación. Sí. No sería una típica relación de pareja. Dado mi negocio, edad y vicios, no sería una fiel y llena de amor. Básicamente sería una en la que querría a Derek de forma que sería mi extraña pareja. Pero ello jamás interferiria, en absoluto, con mis "obligaciones" como jefe narco. Se que él seguiría con su vida, simplemente que sintiendo algo por mi. Derek desea venirse a vivir conmigo, su afán es que le abra el culo siempre que yo quiera y le ordene.

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