Gleb, el hijo del primer ministro ruso, de caracter amigable cuando se siente cómodo, pedante e irónico cuando se siente amenazado o mal obcerbado por el resto, un toque de fama que nadie duda siempre está a su alrededor y claro no solo por los escándalos amarillistas sino también por lo dulce de su temperamento por lo menos en su natal San Petesburbo. Le encantan los retos, nunca se da por vencido y cuando fracasa se frustra demasiado, es siumamente frio cuando se trata de ocultar sus sentimientos pero al llegar el amor a su vida es todo corazón. aunque no puede negarlo, puede ser muy celoso y en ocasiones hasta algo agresivo cuando siente que su tranquilidad está en peligro o se siente amenazado Puede ser rencoroso y normalmente no perdona cosas como la traición y la mentira por lo que en ocasiones para evitar pasar malos ratos puede ser sumamente solitario pero eso no significa que sea un antisocial, al contrario, si logran alcanzar su amistad, este es el amigo más fiel del mundo.